1.
Un hombre y una mujer dormían plácida y profundamente como bebés inocentes.
De pronto, como a eso de las 3 de la mañana, se escuchan ruidos fuera de la casa. La mujer se sobresalta y completamente espantada, le dice al hombre: ¡Levántate!, ése debe ser mi marido.
El tipo se levanta espantadísimo y desnudo, salta como loco por la ventana, se pega un buen costalazo contra la cornisa y luego otro contra el suelo, luego tropieza con una enredadera con espinas, se pone de pie, y desnudo empieza a correr hacia su carro.
A los pocos minutos regresa y le dice furioso:¡
-¡Pinche loca!!¡Tu marido soy yo!
la mujer le contesta: ¿Y tu pendejo...? A ver.... ¿porqué corres?...
2.
Pepito se levanta a las 3 de la mañana con sed, y regresando a su cuarto oye bulla en el cuarto de sus padres y se va a ver qué era, en lo que comienza a gritar:
- ¡¡LOCA!!. ¡¡LOCA!!. ¡¡MAMÁ ESTÁS LOCA!!.
La mamá preocupada sale corriendo a ver qué le pasaba a Pepito y le dice:
- ¿Qué te pasa Pepito?.
Y él responde:
- Y a mí me querías mandar a un psicólogo por chuparme el dedo...
3.
Un médico se encontraba sentado en la silla de su consultorio, después de tener sexo con su paciente.
Pensando en lo que había hecho, su conciencia le repetía: ¿pero cómo hice esto? ¡Que vergüenza!, perdí toda la ética profesional... ¿Dios míoooooo... qué hago?
Al rato de estar culpándose por sus actos, sobre su hombro derecho aparece un diablito que le dice:
Escúchame, ¡No seas marica!
¡Hay una cantidad exagerada de médicos que tienen sexo con sus pacientes! ¿Qué crees?, ¿que eres el único que lo ha hecho?
Hazme caso, es lo más natural del mundo... quédate tranquilo; al fin y al cabo lo disfrutaste, ¿no?
El médico convencido, dice: ¡ Tienes razón, yo no hice nada malo... simplemente me deje llevar por el placer !
Al terminar de decir eso, en su otro hombro aparece un angelito y le replica al oído:
Yo solo te digo: ¡ Acuérdate que eres veterinario,
VE - TE - RI - NA - RIO... Güevón!